siguiendo con el trabajo de refinado de ramas mis ullastres, os muestro un ejemplo práctico de como "limpiar" con tijeras las ramas para ir definiendo bien la ramificación y que no se emboten de hojas que salen de todos sitios. Aunque aparentemente sea un paso atrás, es en realidad un avance en la definición de su estructura.
El trabajo de limpieza es muy entretenido, y sobre todo en aquellas variedades de ullastre de hoja mas pequeña, como es el caso del Crack, ullastre que ya conocéis de anteriores entradas:
Yo abordo la limpieza comenzando por un extremo de la rama y voy poco a poco penetrando en la misma, elimino las hojas de la base de la misma y voy cortando los brotes que han ido saliendo de las axilas de otras ramas, lo que llamamos chupones. Estos chupones llegan a ser muy numerosos y terminan cerrando toda la rama y salen en todas direcciones, incluso hacia abajo. En otras ocasiones salen en posición opuesta a una rama existente, y si se dejan terminan produciendo un feo abultamiento.
Como siempre, valen mas unas cuantas imágenes que mil palabras, así que paso a mostraros una serie de ellas en las que veréis la evolución del trabajo de tijeras, comenzando con la rama tal y como nos la encontramos a finales de julio:
Comienzo por la parte apical de la rama y voy ascenciendo:
Comienzo por la parte apical de la rama y voy ascenciendo:
Toda la parte apical de la rama ya se ha limpiado. Podéis observar que también se ha eliminado el brote de cada ramita, si esto no se hace, no tendríamos dos nuevas ramitas en la punta de la misma cuando las yemas que hay en la base de las hojas que hemos dejado se activen. También podéis observar cuales son las hojas que se dejan, las que están orientadas en la dirección de crecimiento de la rama, dispuestas en horizontal, no en vertical:
Los brotes nuevos se cortan por el segundo par de hojas, salvo que interese que la ramita sea algo más larga, cortando en este caso por el cuarto par de hojas. No os agarréis a esto como algo inmutable, todo depende de cada caso, claro, y lo mejor es ir valorando cada corte conforme nos enfrentamos a él.
Ya tenemos limpia la rama, y ahora hay que valorarla mirándola desde el lateral, para eliminar algún brote demasiado vertical o que se salga de la silueta.
Una vista desde el frente de la rama:
El mismo proceso lo he repetido en todo el ullastre. Aquí tenéis una vista frontal de la rama principal para que valoréis el trabajo realizado:
Muchos pensarían que el trabajo de formación había terminado cuando tenemos una copa con esta imagen, y que solo debemos ir pinzando los nuevos brotes para que los huecos que existen se vayan cerrando:
Pero si no hacemos este trabajo de limpieza con tijera nunca tendremos una buena estructura, solo una maraña de hojas encima de unas ramas mas o menos modeladas. Esta imagen es la que a mí me gusta ver:
Esta es la parte trasera de la copa, tras el trabajo. Podéis observar como se ha colocado un tensor para bajar una rama rebelde, que siempre tiende a subirse cuando se elimina el tensor. Si continúa así tendré que realizarle una herida en la parte superior para que el cayo que se forme termine por anclar la rama en su posición.
Y tras el trabajo de tijeras. Aún le quedan unos años de repetir estos trabajos para que la copa vaya madurando, pero se va a convertir en un ullastre excelente. A mi me encanta desde que lo vi por primera vez hace ya unos tres años.