jueves, 17 de diciembre de 2015

Monaguillo. Transformación de un tejo en cascada en un vertical informal.


Hola amigos!

Liberado ya del trabajo de evaluar puedo dedicarle algo de tiempo a subir entradas al blog.

La entrada de hoy trata sobre otro de mis tejos. Este lo bautizó su anterior propietario como "Monaguillo", y ese será su nombre. 

La primera vez que lo vi me pareció espectacular, y estaba buscando un tejo para trabajar en estilo cascada:



Esta imagen es de cuando el propietario anterior lo trasplantó a una maceta en cascada:


Y como me lo preparó para enviármelo:



En casa de otro amigo antes de ir a recogerlo. La bombona de butano os dará idea de sus dimensiones:


Tras un periodo de adaptación, comencé a pensar en su diseño. Claramente lo primero que había que hacer era eliminar ramas sobrantes. Algunas las he esquejado y serán material para seguir jugando con esta especie.



Ramas bajas, mal situadas, chupones, etc.... fueron eliminadas, pero algunas ramas gruesas se han dejado hasta que puedan ser sustituidas por otras modelables. Ligeros trabajos de madera se realizaron también.



Muy pocas ramas, pero es lo que hay de momento. 

Tras hacer la siguiente fotografía me pasó por la cabeza cambiar el estilo, a pesar de que no me desagradaba la idea de la cascada, pero  vi mejores posibilidades eligiendo este frente, sobre todo para disfrutar de la espectacular madera muerta natural:


Cuando llegó el momento apropiado, realicé el trasplante. Como podréis observar aún no pude colocar el árbol en su posición adecuada. Preferí realizar un primer trasplante de aproximación y en un par de años, colocarlo correctamente.

Ahora solo necesitaba colocar algunos alambres y con ayuda de algunos tensores, ir llevándome las ramas a posiciones más apropiadas para el diseño. Hay unos meses de diferencia entre las imágenes de la izquierda y las de la derecha, como podréis haber deducido viendo como ha cambiado de color la madera trabajada.







 De momento ha ido reaccionando muy bien a todas las operaciones efectuadas. Ahora hay que centrarse en el cultivo y en la densificación, mas adelante se revisará el diseño y se seguirá mejorando, eliminando sobre todo el tocón vivo que ahora hay a la izquierda del ápice:


Ésta madera muerta es lo que más me atrajo, totalmente natural. Habrá que ir integrando todo el diseño con esta madera, tal vez eliminar o acortar algunos jines, pero eso será más adelante. No hay que tener prisa.


Y eso es todo de momento,

Un saludo.

Juan Antonio Pérez.

martes, 17 de noviembre de 2015

Un ullastre compartido con Andrés Bicoca y Juan Galvín.

Hola amigos.

Lamento haber abandonado un poco el blog, pero sabéis que esto va por rachas de trabajo, y a veces no hay tiempo para sentarse a escribir una entrada. Otras veces hay que dejar descansar una actividad para retomarla con más ganas.

El árbol que os presento en esta entrada pertenece al amigo Juan Galvín, y ha sido un ejemplar que le ha dado muchos quebraderos de cabeza, hasta para pensar en venderlo.

Es un árbol con defectos pero también con muchas virtudes. Me gusta el movimiento, la corteza y la madera muerta natural del frente. Por otra parte, hay una zona de la  parte trasera y del ápice que necesitan un arreglo de madera importante.

Este pasado mes de octubre me comentó que Andrés Bicoca pasaría unos días en su casa y que quería que le trabajara la madera. Así que para facilitar la labor de las máquinas y porque lo necesitaba, le dimos una poda y Juan lo alambró. El modelado final nos va acercando al moyogui que habíamos pensado.

Antes de la poda y el alambrado:


Por esta zona es por donde más trabajo se necesitaba. Había madera para que Andrés se entretuviese:


Desde el lateral también se aprecia la necesidad del trabajo:



Juan avanzando en el alambrado:


 Y la foto final del trabajo realizado en el Puerto de Santa María. El árbol se encontraba preparado para el trabajo de las máquinas:





Algunos detalles de la madera antes del trabajo:




Lo ideal es conseguir una filigrana en la madera que imite la madera natural que observamos en la base:

Este corte del ápice estaba muy feo:


Y ya con Andrés Bicoca en Utrera, y las fresas preparadas, a quitar madera:




Este primer trabajo en bruto, con maquinaria pesada, ayuda a no tener que pasar interminables horas con la gubia y la maza o el partetroncos. Hay trabajos que no hay más remedio que abordarlos con este tipo de herramientas, y después precisan de un trabajo fino que elimine las huellas de la maquinaria pesada:

Ese trabajo fino corrió a cargo del amigo Juan, que con ayuda de la Dremel y unas fresas especialmente adquiridas para la ocasión a Alberto Baleato, comenzó a realizar en Utrera.


Un descanso y al día siguiente, más madera!:


Poco a poco el tronco comenzaba a cambiar de imagen:


Y el artista también!:



Y el resultado del trabajo en Utrera:


Al martes siguiente se lo trajo Juan a la escuela, y valoramos eliminar más madera de algunas zonas, como la parte apical, quitar parte del cuerno de la base, y retocar algunas zonas.


Se abrieron ventanas mayores uniendo algunas de las creadas por Andrés, y se eliminó parte de la madera podrida de la parte anterior, aumentando la sensación de oquedad. Esto no necesitó de máquinas, solo una gubia y unos golpes con la maza.  



Juan se entretuvo en ir eliminando las huellas de las fresas con un cepillo en erizo que no conocía y que me gustó como trabajaba. Habrá que hacerse con alguno.


Esta zona del ápice finalmente se descargó bastante:


Vista de la parte trasera:



Pa comérselo:


Con dos de mis alumnos de los martes, José Antonio Candón y Juan Galvín, orgulloso de su trabajo:


Una semana después, con la madera seca, parece otra cosa. Éste invierno no se la protegerá con polisulfuro para que siga madurando y evolucionando. La madera más vieja y a medio descomponer de la base si lo necesita, para parar la podredumbre.





 El acebuche comenzaba a responder con fuerza a la poda que se le efectuó y al buen tiempo del que seguimos disfrutando por el sur:




Y para finalizar, una imagen del árbol con su nuevo trabajo de madera. Un trabajo compartido que siempre es de agradecer, diferentes puntos de vista y decisiones que suman y dan carácter a los árboles.


Espero que tengamos más ocasiones para trabajar conjuntamente algunos árboles, Andrés, aquí o en tu tierra.

Un saludo.

Juan Antonio Pérez.

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